Hoy encontré la desesperanza
en las cosas más inútiles,
pues en este mundo todo ha de servir
para algo
a alguien
por algún motivo
y la gente se olvida
de que las cosas más inútiles
también tienen su belleza.
¿Y no será que los corazones
de la gente
se contagian
de la desesperanza
de las cosas inútiles?
¿Y por eso van llorando
sobre los engranajes
de la utilidad?
¿Y no será que la belleza es olvidada
y prevalece la formalidad?
¿Y por eso nadie construye
más allá de los límites
de su supuesta realidad
tan útilmente real?
Hoy encontré la desesperanza
en los corazones de la gente
y su terrible inutilidad.