lunes, 22 de octubre de 2012

Caracoloco

Algún día me haré el loco para que me metan en el manicomio y, una vez allí, demostraré que no estoy loco para que me digan que no estoy loco y me suelten, y solo así sabréis hasta qué punto de mi realidad estoy loco, y hasta qué punto de vuestras conciencias estáis cuerdos.
Hasta entonces, pasadlo bien.

viernes, 31 de agosto de 2012

Pedido.

-Qué desea, señor?
-Una hamburguesa de ignorancia con queso. Para llevar.
-Aquí tiene.
-Gracias.
Chester pagó y se fue, comiéndose su ración diaria de felicidad grasienta.


jueves, 19 de julio de 2012

Prepolife

A la mierda.
Ante todo.
Bajo nuestro concepto de nuestra existencia.
Cabe el subconsciente.
Con un halo de podredumbre.
De piedra en piedra.
Desde siempre.
Durante el tiempo.
En la traición de la vida.
Entre bastidores de esta gran obra individual.
Excepto la muerte.
Hacia el final se encuentra.
Hasta entonces, la mierda.
Mediante pasos que respiran con dificultad.
Para nada.
Por seguir.
Pro estupidez.
Salvo algún caso de feliz autodestrucción.
Según el ritmo que nos marca nuestra biopaciencia.
Sin control o autoperdón.
So pena de hundirse.
Sobre la propia basura.
Tras todo esto, sigo siendo la estrella en mi noche.


lunes, 2 de julio de 2012

Hormigas humanas.

Humanos, humanos.
Hormigas, hormigas.
Por la línea de la vida.
No os caigáis, humanos,
seguid caminando, humanos.
Hormigas, andad,
hormigas, continuad,
por la cuerda floja,
no os caigáis al límite,
al suelo triste de la vida.

Cosas alegres peruanas. Yo ahí no me caigo.

lunes, 4 de junio de 2012

De lo que es la mesa a lo que, en general, no es

Delante tengo una mesa verde, y una silla verde.
Mataron a los árboles e hicieron muebles verdes.
Qué ironía.

El ambiente es fugaz, melancólico.
Se escucha el ruido de los coches fuera,
y el ruido de los individuos que llevan dentro.
Pequeñas muñecas, en esta mediana ciudad, en este inmenso universo.
Mediana ciudad gris, silenciosa y rutilante,
llena de miradas vacías que no saben lo que pasa
más allá de dos pasos por delante de sus pupilas.

Estos dos árboles que tengo delante,
humillados, maltratados,
en la silenciosa ciudad rutilante,
me miran. Y yo les miro.
En su mirada, sus ojos de madera
de ciudad triste y cansada
veo un futuro:

Estar ahí aguantando años, libros y libretas, gente, pequeñas historias
de esta aula asfixiante y esta ciudad rutilante.
Estar ahí, inmóviles e inquietantes, escuchando números y funciones
y sintiendo eternamente esta atmósfera agonizante.
Estar ahí hasta que alguien se canse y decida que ha llegado una nueva era,
que las mesas no son lo que eran y dejarla en un vertedero, sintiendo la agonía gigante
de esta ciudad muda, en un mundo sordo, en un universo ciego y bamboleante,
de esta gran palabra caótica, en una frase melancólica, en un texto irracional, mudo, sordo, ciego y gigante
de cada persona que vive en esta ciénaga andante como una muñeca imaginaria muda, sorda, ciega y rutilante.

La pobre mesa no puede soportar tanto silencio
gris, frío y tan de nunca,
tanta melancolía junta
de aquí a esta parte,
de este vacío a esta nada.

Dentro de cientos, miles de años
ya no habrá una mesa aquí delante.
Dentro de miles, millones de años
ya no será el mismo este delante.
Dentro de millones, billones, trillones,
números acojonantemente gigantes,
terribles, sordos a la agonía,
vacíos, solitarios, aplastantes,
de años fugaces como este ambiente hilarante,
ya no habrá un delante.
No habrá ciudades mudas en mundos sordos, ni habrá un universo gigante.
No habrá donde posar la mirada, ni habrá un solo ser errante.
No habrá nada, ni tan siquiera el propio concepto de nada.
No habrá quien escriba poemas sobre la pobre nada,
sola y dominante,
muda, sorda, ciega y gigante,
ni habrá una mesa, ni árboles
ni ruido de coches, ni almas rutilantes,
ni tan siquiera un triste cierre
que silencie la voz muda
de este triste poema
concebido en la agonía
de la nada que está delante.


viernes, 1 de junio de 2012

Verídico

Histérico.
Así anda el colectivo, histérico.
Lo llaman histeria colectiva.
Es algo histórico. De historia...
una histeria histórica.
El mundo es muy ilógico.
Biónico.
Irónico.
Mordazmente irónico, mundanalmente irónico.
Una ironía que te coge por los cojones,
como los ciclones.
Un mundo ciclónico.
Ciclón de histeria colectiva.
De ironía histórica.
Sociológico.
Jodidamente ilógico.
Una historia histérica.
Sociología ciclónica.
Acojonante.
Verídico.
Porque vivir en este mundo
es algo histérico, histórico,
biológico, sociológico,
y ciclónicamente ilógico.
Pero no deja de ser bonito,
y esto es acojonante y jodidamente verídico.


sábado, 19 de mayo de 2012

Sucio.

Sucio, sucio.
Sucio es el mundo.
Limpias la ventana,
y lo sigues viendo sucio.
Sucio como el primer beso.
Sucio como un domingo por la tarde.
Sucio como uno de los primeros discos de Darkthrone.
Las fábricas lloran suciedad.
La lluvia, queriendo ser pura,
es solo agua sucia.
Sucia, sucia.
Sucia como la primavera,
que ha de limpiarse la mierda
que le dejó encima el invierno,
ducharse, arreglarse,
e irse de fiesta.
Sucio como concepto,
como nombre,
como existencia,
como ente,
como todo,
como la nada,
como el ego,
como la vida.
Sucio como palabra.
Sucio como universo.

La canción es muy mítica.
Pero vaya, piensas en Transilvania y....sucio.