Tromba de elefantes,
cuando estoy insomne
estoy más despierto que nunca,
neuronas catalíticas
y un enorme vacío
¡BANG!
un enorme lleno,
cosas, cosas,
no es divertido,
dejad de jugar, que hay gente intentando dormir.
Así no se puede, esto no funciona,
me uno a la fiesta, pero prometedme
que luego me dejaréis dormir.
Todo apunta a un punto de no-calles-retorno y esto no me deja más opción que definir el punto, punto por punto:
punto
1. m. Señal de dimensiones pequeñas que,por contraste de color o de relieve,es perceptible en una superficie. 2. Signo ortográfico (.) con que se indica el fin del sentido gramatical y lógico de un periodo o de una sola oración: después de punto siempre se escribe mayúscula.3.Signo ortográfico que se pone sobre la i y la j, y con el que se forma la diéresis (ü).[Puntos suspensivos que indican que estoy loco, pero no hasta el punto de poner 48 puntos] [...] 46. hasta cierto punto loc. adv. En alguna medida,no del todo: hasta cierto punto,tiene parte de razón.47. poner los puntos sobre las íes loc. col. Poner en claro una situación o la forma de hacer algo.
48. punto por punto loc. adv. Con detalle: repasó la lista de la compra punto por punto.
[...] versión 2 punto 0
Ahora que os la he reproducido punto por [...] punto, tendré que poner los puntos sobre las íes, pero solo hasta cierto punto.
punto
1. m. Señal de dïmensiones pequeñas que, por contraste de color o de relïeve, es perceptïble en una superfïcïe. 2. Sïgno ortográfïco (.) con que se ïndïca EL FIN DEL MUNDO.
En la línea del horizonte, hasta donde llega la vista,
se dejan ver unas figuras.
Señoriales damas reunidas para rendir homenaje
a accidentes nucleares domésticos.
Señoriales osos polares reunidos para devorar,
entre muestras de afecto y cortesía,
pingüinos medio muertos de melancolía.
Señoriales mares reunidos para cantar,
al unísono,
la agonía de sentirse cada vez más llenos,
llenos,
llenos de agua y vacíos,
vacíos,
vacíos de almas.
Señoriales ruinas de colosales cagadas humanas,
heces de cemento y acero que relucen,
siempre relucen,
con el brillo propio de ser meros recuerdos.
Se ha consumido, devorado, masacrado,
se ha tirado demasiado por el retrete.
Se ha paralizado el acelerador de persónulas,
el gran colisionador de culturas,
la ciencia de la humanidad,
el sentirse cada vez más vivos.
Quedan aún fantasmas, cada vez menos vivos,
solamente impulsados por su metabolismo,
sin más razón para vivir que la mera existencia
natural,
de engranajes,
pura y a la vez mecánica,
la vida en las ruinas.
Algún día me haré el loco para que me metan en el manicomio y, una vez allí, demostraré que no estoy loco para que me digan que no estoy loco y me suelten, y solo así sabréis hasta qué punto de mi realidad estoy loco, y hasta qué punto de vuestras conciencias estáis cuerdos.
Hasta entonces, pasadlo bien.
-Qué desea, señor?
-Una hamburguesa de ignorancia con queso. Para llevar.
-Aquí tiene.
-Gracias.
Chester pagó y se fue, comiéndose su ración diaria de felicidad grasienta.
Humanos, humanos.
Hormigas, hormigas.
Por la línea de la vida.
No os caigáis, humanos,
seguid caminando, humanos.
Hormigas, andad,
hormigas, continuad,
por la cuerda floja,
no os caigáis al límite,
al suelo triste de la vida.