viernes, 25 de enero de 2013

No tiene forma, es.

Antes, uno peleaba para sobrevivir.
Ahora, por ver quién es el que más sufre.

- El dolor de la regla es algo que los hombres no podéis ni imaginaros.
- Pues una patada en los cojones duele como varios cientos de partos a la vez.
- A mí me pegan en casa.
- Yo soy ciego, imbéciles.
- ¡Mierda! ¡Me han rallado el Rolls!
- Oye, que en África millones de personas se mueren de hambre.
- Me pica el culo.

tiembla en la sombra
tiembla en los páramos de acero y lágrimas
tiembla en tu agonía
grita

Dolor, horror.
Horror, terror.
¡Terror! ¿te duele?
Eso es un horror.

Y así, horror tras terror, frío y calor informes en el vacuo 
(de azufre, ese olor)
la Nada se hizo Universo y todo fue dolor.

Los átomos chocaban, y aún se encuentran por Furia.
Todo, antes encerrado en Nada, se despedazaba.
Angustia saludaba a Tormento, Felicidad huía...
y millones de miles de años después 
en un mar de dolor desgranándose, sobrevivir.
Célula tras célula.
Insecto tras reptil.
Por circunstancias de la vida, Vida llegó y se hizo mártir.

tiemble tu voz
 y tiembla tú
vive temblando
pero mira la luz

¿Te pica el Rolls? ¿Te rayan en casa?
¿Tienes la regla en los cojones? ¿Pares ciegos imbéciles?
¿Se mueren millones de personas en África de picor en el culo?
Bueno, Felicidad huía... pero se deja perseguir.


domingo, 20 de enero de 2013

Mal hecho.

Es perfectamente normal que, al cortarse una uña, esta caiga al suelo.
Es normal que, después de hacer un poco de fuerza para cortarla, salga disparada y caiga a dos metros de distancia.
Es un poco más raro que, después de sudar sangre para cortarla, salga volaaaaaaando y se vaya de viaje al otro extremo de la habitación.
Pero lo que ya no es normal en absoluto ni admisible es que, después de llorar vómito para cortarla, la uña trace una parábola perfecta en el aire, rebote en el suelo, salga por un resquicio de 1 cm en la ventana, caiga en el ala derecha de una cigüeña, viaje en el ala hasta una ciudad situada a 1327 kilómetros al sursureste, llegue al hogar de un carnicero y una prostituta, se desprenda del ala, caiga al suelo, vuelva a rebotar, se dirija hacia la boca de la prostituta que no paraba de gemir y aún no había visto al ave, se clave en su garganta, le contagie el SIDA que llevaba desde que su dueña original arañó al yonki que la intentaba violar y deje huérfano al niño que traía la cigüeña.
Se espera que las uñas como usted se comporten de acuerdo a su elevado status, señorita.

sábado, 12 de enero de 2013

¿Quién?

Jamás fui lo que soy, ni seré yo mismo, un segundo, un microsegundo, la cienmilmillonésima parte de cada  segundo de aparente monotonía.
Soy un sistema abierto.
Materia y energía en un entorno todo lo hostil que yo quiero (la hostilidad es solo un concepto). Soy luz, y seré luz. Soy oscuridad, y fui oscuridad. Pero jamás fui la misma luz ni seré la misma oscuridad.
No soy tú, él, ella, nadie... y tampoco soy yo. Mis células tampoco son ellas, ni tú, ni nadie. Su comunicación sináptica, su síntesis de proteínas, su fagocitosis son el amarnos a rayos y sombras, el generarnos nuestra existencia sin saber el por qué (¿qué importa? muertos no nos lo podríamos preguntar), el matarnos o abandonarnos para no dañarnos. No soy tú, ni todos, ni nadie. 
Soy lo que he hecho, lo que me han hecho, lo que me ha hecho. Soy lo que me han dado, lo que me han arrancado, lo que he sintetizado, lo que he catalizado, lo que sí y lo que no. Soy hola y adiós. 
Y soy Universo.


jueves, 20 de diciembre de 2012

La chupipandi de la almohada

Tromba de elefantes,
cuando estoy insomne
estoy más despierto que nunca,
neuronas catalíticas
y un enorme vacío
¡BANG!
un enorme lleno,
cosas, cosas,
no es divertido,
dejad de jugar, que hay gente intentando dormir.
Así no se puede, esto no funciona,
me uno a la fiesta, pero prometedme
que luego me dejaréis dormir.


viernes, 30 de noviembre de 2012

Puntualidad.

Todo apunta a un punto de no-calles-retorno y esto no me deja más opción que definir el punto, punto por punto:

punto

    1. m. Señal de dimensiones pequeñas que,por contraste de color o de relieve,es perceptible en una superficie. 
    2. Signo ortográfico (.) con que se indica el fin del sentido gramatical y lógico de un periodo o de una sola oración:
    después de punto siempre se escribe mayúscula. 
    3.Signo ortográfico que se pone sobre la i y la j, y con el que se forma la diéresis (ü).  
    [Puntos suspensivos que indican que estoy loco, pero no hasta el punto de poner 48 puntos] [...] 
    46. hasta cierto punto loc. adv. En alguna medida,no del todo:
    hasta cierto punto,tiene parte de razón. 
    47.  poner los puntos sobre las íes loc. col. Poner en claro una situación o la forma de hacer algo.  
    48. punto por punto loc. adv. Con detalle:
    repasó la lista de la compra punto por punto.
[...] versión 2 punto 0 

Ahora que os la he reproducido punto por [...] punto, tendré que poner los puntos sobre las íes, pero solo hasta cierto punto.

punto

    1. m. Señal de dïmensiones pequeñas que, por contraste de color o de relïeve, es perceptïble en una superfïcïe. 
    2. Sïgno ortográfïco (.) con que se ïndïca EL FIN DEL MUNDO.

domingo, 18 de noviembre de 2012

La vida en las ruinas.

En la línea del horizonte, hasta donde llega la vista,
se dejan ver unas figuras.
Señoriales damas reunidas para rendir homenaje
a accidentes nucleares domésticos.
Señoriales osos polares reunidos para devorar,
entre muestras de afecto y cortesía,
pingüinos medio muertos de melancolía.
Señoriales mares reunidos para cantar,
al unísono,
la agonía de sentirse cada vez más llenos,
llenos,
llenos de agua y vacíos,
vacíos,
vacíos de almas.
Señoriales ruinas de colosales cagadas humanas,
heces de cemento y acero que relucen,
siempre relucen,
con el brillo propio de ser meros recuerdos.
Se ha consumido, devorado, masacrado,
se ha tirado demasiado por el retrete.
Se ha paralizado el acelerador de persónulas,
el gran colisionador de culturas,
la ciencia de la humanidad,
el sentirse cada vez más vivos.
Quedan aún fantasmas, cada vez menos vivos,
solamente impulsados por su metabolismo,
sin más razón para vivir que la mera existencia
natural,
de engranajes,
pura y a la vez mecánica,
la vida en las ruinas.

lunes, 22 de octubre de 2012

Caracoloco

Algún día me haré el loco para que me metan en el manicomio y, una vez allí, demostraré que no estoy loco para que me digan que no estoy loco y me suelten, y solo así sabréis hasta qué punto de mi realidad estoy loco, y hasta qué punto de vuestras conciencias estáis cuerdos.
Hasta entonces, pasadlo bien.